jueves, 29 de abril de 2010

Violencia es Mentir

En un post anterior hablamos lo que significa generar consensos en la sociedad. No es tarea fácil. La idea de la política es discutir lo “publico”, lo referente a “todos”, para ver de que manera la mayoría logra ponerse de acuerdo. Lo que nosotros creemos, como bien lo pusimos en el post anterior citando a Jauretche, es que muchas veces las decisiones las toman las minorías, a espaldas de las mayorías en su propio beneficio. Cuando la “mayoría”, “el pueblo”, se hace presente en la Nación, demandando, participando, activándose, son estos sectores reaccionarios, los que sacan a relucir viejos manuales de defensa de lo “legal”.
En los 90 a la política se la bastardeo, nos hacían creer que estaba mal “meterse” a participar. No hacían creer que no existía el “conflicto”. Pero ¿existía el Consenso?. Por supuesto que si. El problema es que las “mayorías” descubrieron tarde de que se trataba. ¿Y que era este “consenso”?. Algo generado por 15 tipos en EEUU. El famoso “Consenso de Washington”.
Las economías latinoamericanas estaban pasando un mal momento. Hiperinflación, cese de pago de deuda, desocupación, descenso de la actividad industrial, caída de las exportaciones, eran términos corrientes producidos por las políticas aplicadas en su mayoría por regimenes militares en la década del 70. Una receta “mágica” llego desde EEUU. Saneamiento de las cuentas publicas, reducir déficit, privatizaciones, desregulación de la economía, entre otras medidas.
Nuestro temor, ante las reiteradas voces de miembros de grupos reaccionarios que llaman al consenso, es que de nuevo volvamos a pasar por esa situación. Consensos de políticas pensadas por y para los grupos de poder. NO podemos volver a repetir ese pasado. NO fue hace mucho, debemos recurrir a ejercitar la memoria.
Ahora bien, por otro lado, no podemos dejar de repudiar todo tipo de agresión hacia el que piensa diferente. Ni afiches anónimos, ni tapas de revistas tildando de “filo nazi” a un gobierno democrático. Nada de “escrache” ante la presentación de un libro, pero nada de “escrache” a diputados por votar las retenciones. Volvemos a lo mismo, la política, el debate, el pensar distintos, puede llevar a enfrentar posiciones, pero no podemos permitirnos como sociedad llevar esos debates a cuestiones violentas. Porque lamentablemente, siempre terminamos pagando los platos rotos nosotros.
Hace 33 años un periodista comprometido, que de verdad se enfrentaba al poder mando una “carta” (http://paternalcambiaelrumbo.blogspot.com/2007/03/ni-olvido-ni-perdon-juicio-y-castigo.html,) denunciando la situación que estaba atravesando la Argentina bajo el régimen militar de Videla, Viola y Massera. No creo que la “gente” hago caso, por mas que repitan y repitan los medios reaccionarios, que Amalia Granatta tiene miedo por “enfrentar”(?) a Aníbal Fernández. Tampoco que Pino corra riesgo de vida, ni que haya un posible atentado a Cobos. La responsabilidad nos cabe a todos. Somos todos los que construimos esta sociedad. Sepamos como, con quien y en donde discutir.

viernes, 2 de abril de 2010