“….no es posible quedarse a contemplar el ombligo de ayer y no ver el cordón umbilical que aparece a medida que todos los días nace una nueva Argentina a través de los jóvenes. No se lamenten los viejos de que los recién venidos ocupen los primeros puestos de la fila; porque siempre es así: se gana con los nuevos…" A. Jauretche.
Cada tanto, semanas o meses, sufrimos en la televisión informes insufribles sobre el “descontrol de los jóvenes”. Programas que creen mostrar la “realidad” (como si la realidad fuera una solo y se pudiera mostrar en una pantallita de tv) nos proveen de material diversos sobre borracheras, peleas y demás actitudes de algún que otro joven o adolescente que frecuenta algún tipo de lugar de esparcimiento nocturno (boliche, bailanta, bar, etc.). Y de ahí arranca el “raid” mediático, de otros programas mostrando el mismo contenido pero en diferentes lugares (“la noche en Laferrere” la noche en Moreno” “la noche..), diarios y noticieros que se hacen eco de estos informes y nos dicen que la “juventud” esta perdida. No queda otra opción, la pobre señora “Doña Rosa” o el “simple” vecino, al ver esas imágenes, siempre repite la misma frase “que descontrol, falta de respeto (?) esto en mis tiempos no pasaba”. Pero, todo esto ¿será verdad? NO y de forma rotunda. ¿Por qué estos programas no van en horario nocturno los días de semana a las puertas de la facultades donde diariamente muchísimos jóvenes se esfuerzan en pos de lograr una profesión, un conocimiento? ¿Por qué no van en esos mismos horarios a las estaciones de trenes del conurbano a preguntar a los miles de jóvenes que se transportan en ese medio de donde vienen. ¿La respuesta? De trabajar! Y a los barrios humildes donde miles y miles de jóvenes se ofrecen como voluntarios en organizar al resto. Y los centros culturales, los comedores populares. Por eso les digo a los Braña, los Andino, el rubio de GPS (que ni se el nombre) Ciccioli y todos esos que se la tiran de periodistas, que no se preocupen, porque al presente lo estamos construyendo para que el futuro sea nuestro.
