Caretas

Hoy (ayer) nos desayunamos con la noticia de la renuncia del ministro de educación de la Ciudad de Buenos Aires, Abel Posse. Como desde este post, pedimos su renuncia, queríamos llamar a una reflexión. El triunfo lo festejamos. No podíamos permitirnos que este señor este a cargo de la educación en la Ciudad de Buenos Aires. El problema no es ese (o quizás, no el mas grave). Creemos, y por eso militamos, que la política es la herramienta para transformar la realidad. Desde esta visión, luchamos día a día por llevar a cabo un proyecto, que entendemos, es el mejor para lograr una mayor inclusión, justicia social, soberanía política y económica. Pero, también tenemos un espíritu democrático, que nos hace ver, que no somos los únicos que tenemos “opiniones”. Por eso discutimos, debatimos, planteamos debates. El problema es cuando desde el otro lado, se llama al consenso, al dialogo, pero no se “discute” política (eso no quiere decir que no se haga política). En el último tiempo, la política fue bastardeada. El discurso de la “no política” fue ganando la calle. Quien más la levanto fue la derecha en Argentina. Macri fue uno de esos. Con el fenómeno de la mediatización de la política, construyeron su imagen en base a asesores, publicista, y los grandes grupos de opinión. Así cuando un publicista le avisaba que media mal tal o cual cosa, se sacaba. El fino Palacios, era el mejor hombre para estar al frente de la Metropolitana, no “midió” bien, se fue. Abel Posse, era el hombre “profesional” para estar al frente de Educación, no “midió” bien, se fue. Así hubo un montón de marchas y contramarchas en esta gestión. El problema se plantea en torno a: o son improvisados y se manejan sin un mínimo de construcción solo en base a “encuestas”. O saben lo que quieren y piensan y ven hasta donde pueden llegar (caso Palacios, Posse, espionaje, etc). Eso es lo que criticamos. Si Abel Posse representa lo que piensa el PRO en educación, si Palacios, representa lo que piensa el PRO en seguridad, nos parece perfecto. Tenemos otras opiniones. Pero que las digan, que de una vez por toda, la derecha se saque la careta. (Todavía estamos esperando el famoso “plan” de De Narváez).